La optimización en buscadores es un tema complejo que posee varias aristas. El SEO consiste en la utilización de un conjunto de técnicas para lograr que una web logre posicionarse lo más alto posible en los resultados de búsquedas que estén relacionados con el contenido publicado en ella.
Partimos de la idea de que hay ciertas palabras que los usuarios utilizan para buscar información sobre determinados temas (a estas se le llaman palabras clave), nuestro objetivo es que nuestro blog aparezca entre las primeras opciones y lograr que las personas ingresen y encuentren allí la solución a su inquietud.
Hay que saber que la competencia varía de acuerdo al rubro y que los resultados del trabajo SEO no son inmediatos, de hecho hay técnicas que deben ser puestas en práctica de manera constante.
Existen muchas estrategias que pueden aplicarse, por ejemplo, las que tienen que ver con la configuración de páginas web, para ellas es necesario contar no sólo con un conocimiento más avanzado sino también con tiempo y dinero para dedicarle. No obstante hay otras acciones más sencillas relacionadas con la redacción del contenido que puede llevar a cabo cualquier persona sin necesidad de ser un experto en el tema.
Podés mejorar tu posicionamiento en buscadores si la estructura de tu blog responde a estos criterios:
El título debe tener contener al menos una palabra clave, como dijimos anteriormente es aquel término o frase a través de la cual tu página puede ser encontrada en buscadores. Debe ser claro y descriptivo, aquí no se trata de ser originales con un título poético sino más bien todo lo contrario, en pocas palabras hay que describir de qué tratará la nota en cuestión, si esta responde a una pregunta o resuelve un problema tenés que hacerlo saber. Recomiendan que no supere la extensión de 70 caracteres.
No dejes la URL que surge por defecto. Cuando modifiques el nombre evitá caracteres extraños como eñes, acentos o signos. Usá el guión del medio para marcar el comienzo y fin de las palabras ya que sino Google lo leerá como una sola palabra larga que no tendrá sentido. Intentá que refleje el título de la nota en pocos caracteres, cuanto más larga sea la URL será más difícil de posicionar.
Incluí enlaces internos que lleven al usuario a otras notas de tu blog que estén relacionadas con el tema acerca del cual estás escribiendo. La intención de incluir estos hipervínculos es brindar al lector información de utilidad. Cuantos más clicks obtengan tus notas mejor, ya que Google interpretará que tu contenido es confiable y relevante. El texto del enlace también debe ser descriptivo, en lugar de utilizar palabras como “click aquí” debe aparecer el título de la nota original o el tema en sí, por ejemplo en lugar de escribir “si querés saber más click aquí” podrías poner “en esta nota podés conocer más acerca de la “redacción SEO”.
Por otro lado, compartí y alentá a los demás que compartan tus notas en sus redes sociales ya que esto, al igual que los clicks también suma para que tu contenido sea considerado para Google como relevante.
Publicá frecuentemente. Es importante ser constante con la generación de contenido ya que Google prioriza para posicionar el contenido reciente. También podés editar notas anteriores incluyendo información actualizada o enlaces de otros artículos que fueron escritos posteriormente. Tené cuidado de no excederte en esta práctica, por ejemplo si editás varias veces los títulos para probar si cambia el orden en el que aparece el artículo en los resultados, Google puede detectar que estás realizando esa acción de manera intencional para posicionarte y te puede penalizar.
Si bien tu objetivo es escribir y aparecer en los buscadores no te olvides que también estás redactando para las personas. A la hora de incluir las palabras claves hacerlo de manera creativa, el texto debe sonar “natural”, los términos no deben ser introducidos de manera forzosa y tosca ni tampoco aparecer de manera excesivamente repetitiva porque de ser así el lector va a sentirte saturado y aburrido. Además los algoritmos de Google tienen la capacidad de analizar la profundidad semántica de un texto, por lo tanto va a priorizar el posicionamiento de aquel que sea de mayor calidad. Otro de los factores que tiene en cuenta para evaluar este aspecto es la extensión: los artículos deben contener al menos 700 caracteres.
Ya hablamos de los textos, ahora es el turno de las imágenes, todas las que insertes deben tener una etiqueta que las defina y de ser posible que sea una de las palabras claves. Por ejemplo si el nombre es “imagen45.jpg” sería bueno cambiárselo por “redaccionseo.jpg” ya que el buscador reconoce las imágenes por el nombre que las describe, no por la imagen en sí ya que sólo “lee texto”. Por otro lado la mayoría de las plataformas te da la opción de agregar un atributo ALT, esto es, un atributo HTML para un texto que describe una imagen. Si una imagen no se puede mostrar por alguna razón, el atributo ALT proporciona texto alternativo para mostrar en su lugar.
Una buena velocidad de carga es otro de los aspectos que Google tiene en cuenta. Aquellos sitios que demoren en cargar más de 3 segundos serán ubicados en posiciones inferiores.
Por último, siempre recomendamos que las páginas sean responsive, es decir, que se visualicen correctamente en todos los dispositivos móviles.
